Esmaltaciones San Ignacio echa el cierre sin informar a su plantilla

El comité de empresa de Esmaltaciones San Ignacio (la de las cazuelas rojas de toda la vida, por si alguien no cae), firma alavesa dedicada a fabricar menaje de cocina, ha solicitado en los juzgados la liquidación de la sociedad sin informar a sus 94 trabajadores, quehoy no han podido incorporarse a sus puestos de trabajo tras el parón veraniego, al encontrar la fábrica cerrada, informó el sindicato LAB.

El representante de esta central, Santi Díaz de Espada, señaló que los trabajadores de la planta de la capital alavesa recibieron antes de su incorporación, un burofax "a traición" en el que la empresa les informaba de que "continuaban sus vacaciones" y les instaba a que no se incorporaran hoy, primer día de trabajo tras el verano.

"Se les ha informado a través de una carta comercial que incluía el eslogan de la empresa: Esmaltaciones te soluciona la vida; parece que se ríen de los trabajadores", criticó Díaz de Espada, quien recordó que la compañía ha recibido "importantes" ayudas públicas, un punto en el que también incidió ELA.

Los trabajadores han acudido a sus puestos en la planta de Júndiz, en Vitoria, donde se encontraron la fábrica cerrada y con vigilantes de seguridad impidiéndoles el paso. Ante esta situación, el comité exigió una reunión a la dirección, que se ha celebrado esta tarde, donde se les informó de que la empresa ha presentado al juzgado la liquidación de la sociedad.

Expediente

Los trabajadores permanecieron a las puertas de la factoría esperando noticias sobre las finalmente infructuosas negociaciones que se desarrollaban en el interior con el comité de empresa.

Esmaltaciones San Ignacio estaba inmersa en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de suspensión de contratos por el que no se trabajaba los jueves y viernes, aunque el resto de días laborables se mantenía la producción con normalidad. "Esto es un engaño, porque si haces un ERE de suspensión es porque crees en la viabilidad de la empresa y ves el ERE como una ayuda", resaltó Díaz de Espada.

La actual fábrica está ubicada en Júndiz, ya que en 2005 dejó su antiguo emplazamiento en Adurza, tras firmar un convenio con el Ayuntamiento de Vitoria para financiar su traslado con la promoción de 904 pisos en el solar de 115.000 metros cuadrados que dejaba libre.