De por qué abandoné la enseñanza pública y tres sugerencias para mejorarla
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De por qué abandoné la enseñanza pública y tres sugerencias para mejorarla
Hace dos años dejé la enseñanza. Llevaba 5 años como profesor de instituto público, y abandoné mi empleo a pesar de tener un trabajo fijo, un sueldo razonable y un horario que me permitía ir habitualmente a comer a casa. Con la perspectiva que da el alejamiento -en mi caso después de haber vivido la enseñanza muy de cerca-, me gustaría comentar algunas cosas acerca del oficio.
Un profesor debe cumplir religiosamente con sus horas lectivas. Además debe realizar guardias, cierta carga de trabajo burocrático -que cada año parece que mayor-, y todo aquél derivado de su posible cargo (tutor, jefe de departamento, jefe de estudios, etc.) Es cierto que el trabajo a partir de ahí depende en parte de su voluntad -si hace muchos exámenes o pide muchos trabajos, tendrá mucho que corregir; si realmente le gusta su materia, seguirá estudiándola en su tiempo libre; si lleva pocos años, deberá pasar mucho tiempo preparando clases-, pero la idea expresada por Esperanza Aguirre de que un profesor trabaja solo las horas lectivas es venenosa, además de falsa.
He leído en un blog que ”una hora delante de 30 alumnos es algo infinitamente estresante y agotador, y que muchos que hemos tenido anteriormente trabajos de oficina reconocemos como mucho más esforzado”. Esto es totalmente cierto, una hora de clase puede equivaler a tres de oficina, pero no siempre fue así. Un amigo me comentaba ayer que su madre daba 24 horas en secundaria, y que se jubiló obligada a los 70 años porque le encantaba dar clase. Mi padre disfrutaba muchísimo enseñando, y durante muchos años dio bastantes más de 30 horas de clase entre instituto y universidad. Mi época de estudiante de secundaria en un instituto público se remonta a mediados de los 90, a clases de 35 alumnos de las que el profesor no salía ni estresado ni agotado. Es verdad que si el profesor tenía poco carácter le vacilábamos, pero a poco que se pusiera serio, la clase fluía con tranquilidad. En aquel entonces yo ya pensaba que la enseñanza era francamente mejorable, que debía existir algún mecanismo para retirar de la pizarra a los malos profesores (¿una trampilla bajo la tarima?), y que el recreo duraba muy poco. Lo que se ha demostrado con el paso del tiempo es que el sistema era también francamente empeorable (y que la tarima no era un “símbolo de jerarquía que maliciona el proceso de enseñanza-aprendizaje”, como diría algún pedabobo, sino un instrumento muy útil para ver lo que se cuece en el fondo de la clase).
Las causas del deterioro de la enseñanza -en especial la pública- son variadas, y según a quién le preguntes: que si falta de inversión, que si los padres no controlan, que si los profesores no motivan, que si las leyes son un desastre (yo estoy con el último grupo, para los interesados, recomiendo leer el “Panfleto Antipedagógico” de Ricardo Moreno Castillo). Para no abusar de la paciencia del lector, me limitaré a exponer tres puntos que considero clave para mejorar la calidad de la enseñanza:
1. Sin disciplina, no hay educación posible. La disciplina en el aula, el silencio durante la explicación, el respeto a las normas que hacen posible la convivencia, no son ni de derechas ni de izquierdas: son condiciones técnicas sin las cuáles la enseñanza no es posible. Yo abandoné el oficio de profesor porque gastaba mucho más tiempo y energía en mantener el orden en la clase que en enseñar.
2. Hay que mejorar la formación que reciben los alumnos en primaria. Hay alumnos que llegan a secundaria con buenos conocimientos y hábitos de esfuerzo y trabajo. Hay otros que llegan a secundaria sin saber hacer cuentas básicas, leyendo a duras penas y sin haber aprendido a escuchar. Muchos de estos últimos han sido víctimas de una corriente pedagógica que se implantó en este país durante los años 90, que afirmaba que ni los conocimientos ni la memoria eran importantes, y atacaba la enseñanza tradicional por obsoleta. (Curiosamente, muchos de los que implantaron aquellas modas pedagógicas mandaban sus hijos a colegios donde se practicaba la enseñanza tradicional. Uno de los promotores de aquella reforma, Ministro de Educación entre 1992 y 1993, es hoy candidato a la Presidencia del Gobierno.)
3. Hay que adelantar el inicio de la FP a los 14 años. Es necesario ofrecer diversas alternativas a partir de cierta edad para que puedan formarse tanto los que tienen inclinaciones más académicas (matemáticas, ciencias) como más profesionales (peluquería, mecánica). El itinerario único de estudios hasta los 16 años se ha revelado ineficaz y frustrante para los profesores, pero sobre todo para los alumnos.
Evidentemente se pueden hacer muchas más cosas, como implantar una carrera docente que premie a los buenos profesores y penalice a los malos, pero quiero señalar que aplicar estos tres puntos requiere más de una inversión en sentido común que económica, algo a tener en cuenta en un país en el que el despilfarro de nuestros gobernantes ha llevado las cuentas públicas al borde de la quiebra.
http://adrianbegona.wordpress.com/2011/09/06/hola-mundo/
Un profesor debe cumplir religiosamente con sus horas lectivas. Además debe realizar guardias, cierta carga de trabajo burocrático -que cada año parece que mayor-, y todo aquél derivado de su posible cargo (tutor, jefe de departamento, jefe de estudios, etc.) Es cierto que el trabajo a partir de ahí depende en parte de su voluntad -si hace muchos exámenes o pide muchos trabajos, tendrá mucho que corregir; si realmente le gusta su materia, seguirá estudiándola en su tiempo libre; si lleva pocos años, deberá pasar mucho tiempo preparando clases-, pero la idea expresada por Esperanza Aguirre de que un profesor trabaja solo las horas lectivas es venenosa, además de falsa.
He leído en un blog que ”una hora delante de 30 alumnos es algo infinitamente estresante y agotador, y que muchos que hemos tenido anteriormente trabajos de oficina reconocemos como mucho más esforzado”. Esto es totalmente cierto, una hora de clase puede equivaler a tres de oficina, pero no siempre fue así. Un amigo me comentaba ayer que su madre daba 24 horas en secundaria, y que se jubiló obligada a los 70 años porque le encantaba dar clase. Mi padre disfrutaba muchísimo enseñando, y durante muchos años dio bastantes más de 30 horas de clase entre instituto y universidad. Mi época de estudiante de secundaria en un instituto público se remonta a mediados de los 90, a clases de 35 alumnos de las que el profesor no salía ni estresado ni agotado. Es verdad que si el profesor tenía poco carácter le vacilábamos, pero a poco que se pusiera serio, la clase fluía con tranquilidad. En aquel entonces yo ya pensaba que la enseñanza era francamente mejorable, que debía existir algún mecanismo para retirar de la pizarra a los malos profesores (¿una trampilla bajo la tarima?), y que el recreo duraba muy poco. Lo que se ha demostrado con el paso del tiempo es que el sistema era también francamente empeorable (y que la tarima no era un “símbolo de jerarquía que maliciona el proceso de enseñanza-aprendizaje”, como diría algún pedabobo, sino un instrumento muy útil para ver lo que se cuece en el fondo de la clase).
Las causas del deterioro de la enseñanza -en especial la pública- son variadas, y según a quién le preguntes: que si falta de inversión, que si los padres no controlan, que si los profesores no motivan, que si las leyes son un desastre (yo estoy con el último grupo, para los interesados, recomiendo leer el “Panfleto Antipedagógico” de Ricardo Moreno Castillo). Para no abusar de la paciencia del lector, me limitaré a exponer tres puntos que considero clave para mejorar la calidad de la enseñanza:
1. Sin disciplina, no hay educación posible. La disciplina en el aula, el silencio durante la explicación, el respeto a las normas que hacen posible la convivencia, no son ni de derechas ni de izquierdas: son condiciones técnicas sin las cuáles la enseñanza no es posible. Yo abandoné el oficio de profesor porque gastaba mucho más tiempo y energía en mantener el orden en la clase que en enseñar.
2. Hay que mejorar la formación que reciben los alumnos en primaria. Hay alumnos que llegan a secundaria con buenos conocimientos y hábitos de esfuerzo y trabajo. Hay otros que llegan a secundaria sin saber hacer cuentas básicas, leyendo a duras penas y sin haber aprendido a escuchar. Muchos de estos últimos han sido víctimas de una corriente pedagógica que se implantó en este país durante los años 90, que afirmaba que ni los conocimientos ni la memoria eran importantes, y atacaba la enseñanza tradicional por obsoleta. (Curiosamente, muchos de los que implantaron aquellas modas pedagógicas mandaban sus hijos a colegios donde se practicaba la enseñanza tradicional. Uno de los promotores de aquella reforma, Ministro de Educación entre 1992 y 1993, es hoy candidato a la Presidencia del Gobierno.)
3. Hay que adelantar el inicio de la FP a los 14 años. Es necesario ofrecer diversas alternativas a partir de cierta edad para que puedan formarse tanto los que tienen inclinaciones más académicas (matemáticas, ciencias) como más profesionales (peluquería, mecánica). El itinerario único de estudios hasta los 16 años se ha revelado ineficaz y frustrante para los profesores, pero sobre todo para los alumnos.
Evidentemente se pueden hacer muchas más cosas, como implantar una carrera docente que premie a los buenos profesores y penalice a los malos, pero quiero señalar que aplicar estos tres puntos requiere más de una inversión en sentido común que económica, algo a tener en cuenta en un país en el que el despilfarro de nuestros gobernantes ha llevado las cuentas públicas al borde de la quiebra.
http://adrianbegona.wordpress.com/2011/09/06/hola-mundo/
jewss- vip oro
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Fecha de inscripción : 28/10/2008
Re: De por qué abandoné la enseñanza pública y tres sugerencias para mejorarla
Bastante de acuerdo en todo menos en lo del silencio durante la explicacion.No podemos esperar disciplina total en una clase con treinta niños.Es lo deseado pero no es lo logico.En mi opinion parte del trabajo de un profesor es que una cierta disciplina sea natural.No impuesta que es tarea imposible.
Sabemos que la educacion del comportamiento se recibe en casa pero en una aula de treinta niños y no importa la edad,hay de todo.Un profesor debe estar preparado para eso.Otra cosa es que fuera un clase violenta.Pero no se debe generalizar.
Sabemos que la educacion del comportamiento se recibe en casa pero en una aula de treinta niños y no importa la edad,hay de todo.Un profesor debe estar preparado para eso.Otra cosa es que fuera un clase violenta.Pero no se debe generalizar.
jewss- vip oro
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Fecha de inscripción : 28/10/2008
Re: De por qué abandoné la enseñanza pública y tres sugerencias para mejorarla
Yo creo que no se refiere a 30 niños, si no a 30 adolescentes (el dice que ha sido profesor de instituto). No son lo mismo los crios hasta el comienzo de la secundaria que las clases de instituto. Y bregar con chavales que te sacan la cabeza de estatura y se la trae al pairo lo que les cuente uno creo que no es culpa de ningun profesor, es un problema social. Antes ibamos a casa porque nos habian castigado y de paso te daban una chuleta, ahora hay muchos, pero muchos, que llegan y le van a dar la chuleta al profesor. Ni lo uno ni lo otro.
Sinceramente, quien crea lo contrario tendria que estar unos años en unas clases de esas, en un barrios marginales de, pongamos, Madrid, dando alguna disciplina inhospita (artes plasticas no sirve de ejempo). Probablemente le cambiaria el concepto de lo que es la enseñanza. La casuistica en ella es amplia.
En cuanto al candidato a presidente de gobierno. Amen de que se le ha visto la antena al que firma el articulo. Ha habido ministros despues de todos los colores y ninguno ha enmendado nada. Es mas se intento llegar a un pacto por la educacion hace mas bien poco y el PP lo tiro a freir monas. Para que pactar si la que es buena y estupenda es la privada y la concertada?
Sinceramente, quien crea lo contrario tendria que estar unos años en unas clases de esas, en un barrios marginales de, pongamos, Madrid, dando alguna disciplina inhospita (artes plasticas no sirve de ejempo). Probablemente le cambiaria el concepto de lo que es la enseñanza. La casuistica en ella es amplia.
En cuanto al candidato a presidente de gobierno. Amen de que se le ha visto la antena al que firma el articulo. Ha habido ministros despues de todos los colores y ninguno ha enmendado nada. Es mas se intento llegar a un pacto por la educacion hace mas bien poco y el PP lo tiro a freir monas. Para que pactar si la que es buena y estupenda es la privada y la concertada?
marijuli- MODERADORA
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Fecha de inscripción : 28/10/2008
Re: De por qué abandoné la enseñanza pública y tres sugerencias para mejorarla
Pero todos los niños van a clase a hacer murga???
Porque en secundaria hay crios que ya tienen claro lo que quieren estudiar y se esfuerzan para ello.Vaya,yo conozco algunos,hijos de amigas mias y mismamente mis sobrinas.Con notas aceptables y unos cri@s majisimos.
Sinceramente pienso que algunos profes y el sistema educativo se ha quedado un poco obsoletos.Aqui el que tiene buenas notas y aprueba examenes con matriculas es el que empolla mas hora el libro.PUede que eso no motive al alumnado y tenga poco que ver con el talento.
Porque en secundaria hay crios que ya tienen claro lo que quieren estudiar y se esfuerzan para ello.Vaya,yo conozco algunos,hijos de amigas mias y mismamente mis sobrinas.Con notas aceptables y unos cri@s majisimos.
Sinceramente pienso que algunos profes y el sistema educativo se ha quedado un poco obsoletos.Aqui el que tiene buenas notas y aprueba examenes con matriculas es el que empolla mas hora el libro.PUede que eso no motive al alumnado y tenga poco que ver con el talento.
jewss- vip oro
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Fecha de inscripción : 28/10/2008
Re: De por qué abandoné la enseñanza pública y tres sugerencias para mejorarla
Claro, pero ahora piensa que es como si vas en autobus, por ponerte un ejemplo de sitio donde hay 30 individuos confinados. Todo el mundo somos mas o menos normales pero si tienes pongamos una pareja dando por el saco, te dan el viaje, y no es culpa del conductor, que en este caso tampoco puede echar freno de mano y mandarlos a tomar viento.
marijuli- MODERADORA
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Fecha de inscripción : 28/10/2008
Re: De por qué abandoné la enseñanza pública y tres sugerencias para mejorarla
Por eso mismo.Hay que ser capaz de llevar a todos a la estacion.
jewss- vip oro
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Fecha de inscripción : 28/10/2008
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