Las islas de los famosos

Los Rockefeller, Roca, Bacardí, Agnelli, Branson y Rothschild tienen sus espacios | Rodando 'Rebelión a bordo' compró Tetiaroa y puso de moda las islas privadas

Aislarse para proteger su intimidad, rodeándose de agua como muro protector. Grandes fortunas, famosos que no siempre logran sus objetivos. Onassis compró Skorpios, donde Jacqueline fue fotografiada desnuda, dicen que con complicidad con los fotógrafos para demostrar al mundo su cuerpo perfecto a pesar de la edad.

La mayor parte de estas islas se encuentran en lugares idílicos donde el clima, la calma y las aguas transparentes son sus valores más preciados. La familia de origen sitgetano Bacardí, célebre por su ron, posee una en la caribeña Granada. Y la familia menorquina Roca descansa en la isla del Colom, en Menorca, que adquirió en subasta Antonio Roca Vázquez en 1904 y hoy tiene en venta por cinco millones de euros. Los Rothschild están en la de Bell Island, en Bahamas, y Laurence Rockefeller usó Sandy Cay, en las islas Vírgenes, hasta que poco antes de su muerte, en el 2005, la cedió al gobierno para que las convirtiera en parque natural. El editor Ted Turner tiene la de St. Phillips, en Carolina del Sur; los Agnelli, Dino Island en la costa calabresa; los Du Pont, Cherry Island en Chesapeake Bay, en Maryland. Y a Richard Branson se le ha quemado Necker, en las islas Vírgenes.

Pero son las estrellas de cine las que acaparan la atención. Desde Errol Flynn, que compró en su día Navy Island en Port Antonio en Jamaica, convertida hoy en atracción turística, hasta Johnny Depp, en cuya Little Hall's Pond Cay, en las Bahamas, dicen, se casaron Penélope Cruz y Javier Bardem.

Nicolas Cage tuvo que poner a la venta por problemas financieros Leaf Cay, en el archipiélago de Exuma, en las Bahamas. Lenny Kravitz tiene una en Eleuthera, en el Caribe, y Eddie Murphy, en Rooster Cay, también en Bahamas.

Celine Dion se compró la isla Gagnon en Quebec; Gene Hackman, otra en British Columbia; el desaparecido John Lennon tuvo Dorinish Island, en Clew Bay, en el irlandés condado de Mayo; y Robin Williams compró Pender Harbor, en la canadiense Columbia Británica. Leo DiCaprio tiene una en Belice, en Blackadore Cay, mientras que Mel Gibson eligió Mago Island, en Fiyi, para cuya compra a una compañía hotelera japonesa tuvo que pelear con la tribu Yavusa Vuanilvi, que querían recuperar el espacio del que fueron expulsados en el siglo XIX. Y Diana Ross invirtió en Taino, en la Polinesia francesa.

Pero fue Marlon Brando quien, en Tetiaroa, Tahití, disparó el interés hacia estos paraísos. Compró el atolón en 1965 por 99 años, cuando rodó Rebelión a bordo, y se enamoró de la protagonista, la nativa Tarita Teriipia, seleccionada para ser la estrella femenina del filme. Brando tuvo tres hijos con ella, Rebecca, Teihotu y Cheyenne, que se suicidó en 1995. Pero Tarita no era la primera elegida para el papel, al que accedió tras renunciar una amiga, Valerie, cuyos padres no quisieron que hiciera cine. Casada luego Valerie con Charly Hirshon, tendrían una hija, Vaitiare, pareja de Julio Iglesias varios años, fue novia de Teihotu. Éste heredó Tetiaroa –donde vivía en una cabaña elevada sobre pilares decorada por Dior–, y se ganaba la vida enseñando las islas de alrededor.
http://www.lavanguardia.com/gente/20110904/54211809289/las-islas-de-los-famosos.html