NORUEGA | Una mujer rescató a 40 jóvenes del agua La heroína de la masacre de Utoya

Realizó más de siete viajes con su bote y salvó a seis personas cada vez
Dice que no estaba sola y que una veintena de barcos ayudaba a los jóvenes
'Gritaban y lloraban, algunos cubiertos de sangre', cuenta Line

Mientras que en la idílica isla de Utoya Anders Behring Breivik se afanaba en matar fríamente a decenas de adolescentes, algunos noruegos -desafiando el peligro con sus barcos- rescataban incansablemente a los jóvenes que se habían refugiado en el agua huyendo del pistolero.

Line, una mujer rubia y alegre de 48 años, vive desde hace más de 20 años en la orilla del lago, a 600 metros de la terrible carnicería que tenía lugar el viernes cuando cientos de jóvenes participaban en un campamento del Partido Laborista.

Esa fatídica tarde ella y sus vecinos no pudieron permanecer de brazos cruzados. Lo que al principio parecían ser sólo fuegos artificiales que resonaban en el valle de pinos eran en realidad disparos mezclados con gritos de adolescentes.

Line cuenta que vió "tres cabezas en el agua, nadando, luego sólo una". Y una única persona subió en aquel viaje a su barco, relata a la agencia Afp todavía alterada y negándose a dar su apellido.

"Gritaban y lloraban, algunos cubiertos de sangre, otros decían haber visto a amigos siendo blanco del asesino en el agua. Todos quería usar mi teléfono móvil para tratar de reunirse con sus amigos", explica.

Line realizó más de siete salidas con su pequeño barco a motor a pesar de las advertencias de la policía de no acercarse a la isla, en la que aquella tarde al menos 86 personas murieron, muchas de ellas, en el agua cuando intentaban huir.

No estaba sola

Con cada viaje, rescató a seis personas a las que luego llevaba en su automóvil para que fueran atendidas. Un amigo a su lado y que deseaba permanecer en el anonimato, asegura que Line salvó a más de 40 personas.

"Yo no era la única", afirma Line. "Había muchos otros con barcos, posiblemente una veintena. Nos acercamos a la isla y dábamos la vuelta. Pasamos muy cerca de la policía y los equipos de rescate", añade.

"Había un barco de la policía que nos dijo que no nos acercáramos demasiado y dimos la vuelta, ¿qué más podíamos hacer?", insiste Line encogiéndose de hombros.

Mientras comienzan a salir a la luz la actuación heróica de algunos civiles, los medios de comunicación han comenzado a criticar la lentitud de la policía para llegar a la isla y detener al autor de la masacre. Los agentes tardaron 47 minutos en llegar a Utoya desde que recibieron la primera llamada de auxilio. Un portavoz de las fuerzas de seguridad ha confirmado que habrá un investigación sobre la operación policial.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/07/24/internacional/1311534243.html

Ayer vi la declaracion de un chico,era escalofriante como contaba que el estaba escondido y que el asesino disparaba sin parar,las chicas gritaban en cada disparo aterradas y eso llamaba la atencion del tipo que les disparaba a ellas,el chico impotente no podia avisarlas de que no gritaran.

Un niño de 11 años plantó cara al agresor de la matanza de Utoya


Un niño de 11 años se enfrentó cara a cara contra Anders Brevik durante en el transcurso de la matanza de Utoya. Brevik finalmente terminó perdonando la vida al joven, según atestiguó uno de los supervivientes, Adrian Pracon.

El niño, que no ha sido identificado, no pudo hacer nada por salvar la vida de su padre muerto a tiros, según detalla Pracon, quien resultó herido en el hombro por uno de los disparos del agresor tras fracasar en su intento de escapar de la isla a nado.

"El niño se me acercó y me dijo que su padre había muerto. Entonces siguió avanzando. Fue algo terrible de escuchar. La atmósfera era tan caótica que el niño simplemente siguió adelante", recuerda Pracon en declaraciones a la cadena NRK.

Herido y fingiéndose muerto, Pracon escuchó cómo el niño hablaba con Brevik, quien estaba disparando contra otros jóvenes que se habían lanzado al agua para escapar de la matanza. El niño le instó a que dejara de abrir fuego. "Ya has disparado bastante. Mataste a mi padre. Soy demasiado joven para morir. Déjanos en paz", le dijo a Brevik. El atacante abandonó el lugar. Pracon cree que "el niño se rescató él solo".

El superviviente Adrian Pracon había pensado en un primer momento escapar a nado, pero tuvo que volverse a mitad de camino ya que sus ropas mojadas le estaban hundiendo hasta el fondo del agua. Nada más volver a la orilla, se encontró con Brevik, quien gritaba: "¡Es vuestro turno de morir!". Fue entonces cuando recibió el disparo.

Pracon no entiende cómo Brevik no le remató, como había venido haciendo con otras víctimas. "Le dije: ¡Por favor, no dispare! No sé si me perdonó la vida porque le supliqué o porque estaba buscando grupos de personas en lugar de individuos", comentó el joven.

http://www.lavanguardia.com/internacional/20110724/54191225096/un-nino-de-11-anos-planto-cara-al-agresor-de-la-matanza-de-utoya.html