
Tras la noticia bomba de su embarazo sorpresa, la hija de Isabel Preysler y Julio Iglesias posa por primera vez con Sofía, que nació el pasado 4 de enero.
Tras sorprender a propios y extraños hace algo más de un mes con la noticia bomba de su embarazo sorpresa, Chábeli (ahora con tilde) ataca de nuevo. Y esta vez, ya con niña incluida. Y es que tras anunciar que había sido mamá posa por primera vez con Sofía, una niña que vino al mundo el pasado 4 de enero.
Lo hace con su marido, Christian y su hijo, Alejandro, de diez años en su refugio en Carolina del Norte, el mismo lugar donde se recluyó cuando supo que estaba embarazada y el mismo estado donde dio a luz a la pequeña.
“No le puedo pedir más a la vida y le doy gracias a Dios todos los días por haberme dado la oportunidad de completar mi familia. Me siento más feliz que nunca”.
La hija de Isabel Preysler, que al igual que Julio Iglesias todavía no conocen a su primera nieta, da algunos detalles más sobre el misterioso nacimiento de la niña: “Nació ochomesina, así que las primeras semanas fueron difíciles porque porque no pudimos traerla a casa. Estaba bien, lo que pasa es que en Estados Unidos no te dejaran llevártela hasta que esté a término. Curiosamente pesó 2,200 kg, lo mismo que yo al nacer”, añade.
De la niña, Chábeli asegura que es “muy risueña” y que le recuerda a Alejandro cuando nació. “La verdad es que se nos cae la baba”, añade en la entrevista de ¡Hola!
Aunque en las imágenes se puede ver a Alejandro cuidando amorosamente de su hermanita, según explica la propia Chábeli el niño “ha tenido un poco de celos, como todos los niños pero está feliz con su hermanita. Me intenta ayudar, la cuida y nada más despertarse lo primero que hace es ir a verla para darle los buenos días”.
Pese a que ni su madre ni su padre aún no conocen a su bebé, la recién estrenada mamá asegura que no se ha sentido en ningún momento sola. “Hablamos todos los días y la ve por videoconferencia. Así es más fácil. Mi padre está muy contento con su nieta y vendrá lo antes posible”.
Sus hermanos tampoco han podido conocer a su sobrina aunque explica: “Nos adoramos, lo que pasa es que a ellos Carolina del Norte no les divierte nada y prefieren ver a la pequeña en Miami, dentro de nada”.
"A Miguel Boyer me une un gran cariño y estoy al tanto de su evolución"
Al margen de la alegría que siente por el maravilloso momento que vive, no puede evitar acordarse de los difíciles momentos que está viviendo su madre por el derrame cerebral que ha sufrido su marido, Miguel Boyer. “Mi madre está muy triste por todo lo ocurrido. A Miguel Boyer me une un gran cariño y estoy muy al tanto de su evolución. Sé que está mejorando todos los días”.
Y añade: “Me hubiera encantado estar en estos momentos al lado de mi madre y de mi hermana Ana, dándoles todo mi apoyo. Iremos a España como creamos adecuado que nuestra hija viaje”.
De momento, la familia al completo pasará algún tiempo más apartada en el campo. Pero pronto, por los niños y el colegio, “volveremos a Miami. Aún somos demasiado jóvenes para quedarnos a vivir aquí”.