Boston, golpeada por el terror

No hay detenidos ni sospechosos. Nadie ha reinvindicado el atentado. Se desconocen los motivos y la ideología de los responsables y también si estos son un grupo o persona autóctona o extranjeros.
Tres personas, entre ellas un niño de 8 años, murieron el lunes en Boston (Massachusetts) al estallar dos bombas que dejaron más de 140 heridos, según el último recuento. Entre los heridos, distribuidos por ocho hospitales de la región, se encuentran varios niños.
“Había sangre por todos los lugares”, contó el periodista del ‘Boston Globe’ Steve Silva, en la página de su diario. “Vi cómo alguien perdía la pierna, gente llorando, gente confundida”.
Las bombas estallaron con diez segundos de diferencia y a unos 90 metros de distancia, cerca de la línea de meta del maratón de Boston, en el centro de la ciudad. Los investigadores han interrogado a personas cuya identidad se desconoce, pero anoche no habían detenido a nadie.
Esta madrugada la presencia policial en las calles de Boston era nutrida. También había policías uniformados en el tren de Nueva York a Boston, un hecho poco habitual. En las calles quedaban sin recoger restos de la carrera como botellas y los puestos de avituallamiento seguían en pie.
Cauto, el presidente Barack Obama evitó hablar de terrorismo en una breve comparencia en la Casa Blanca. El FBI (Oficina Federal de Investigaciones), que ha asumido la dirección de la investigación, la denomina “investigación criminal con potencial de convertirse en terrorista”, según explicó en una rueda de prensa Richard DesLauriers, jefe de la oficina del FBI en Boston.
“Todavía no sabemos quién lo hizo ni por qué. Y la gente no debería sacar conclusiones antes de disponer de todos los hechos”, dijo el presidente. Y concluyó: “Pero sólo quiero reiterar que descrubriremos quién lo hizo y deberá responder de sus actos”.
Después de la declaración de Obama, una fuente anónima de la Casa Blanca precisó a ‘The Wall Street Journal’: “Cualquier acto con múltiples artefactos explosivos, y este parece serlo, es claramente un acto de terror, y será abordado como un acto de terror”.
Estados Unidos ha sufrido en el pasado atentados terroristas islamistas como el del 11 de septiembre del 2001, que mato a unas tres mil personas, y de la extrema derecha violenta, como el de Oklahoma City (Oklahoma) en el 1995, que mató a 168 personas. El de Boston es el primer gran atentado desde el 11-S.
Fuentes oficiales revelaron a los medios de comunicación que los investigadores habían interrogado, en uno de los hospitales, a una “persona de interés” que supuestamente se hallaba ingresada por heridas, pero en una rueda de prensa los responsables del FBI y la policía de Boston negaron que esta persona estuviera detenida.
Las bombas estallaron hacia las 14.50 del lunes (20.50, hora peninsular). Varias cámaras registraron las explosiones, el momento preciso en que la fiesta popular se trocó en tragedia.
“Nunca había visto algo similar en mis 25 años aquí, esta matanza entre la población civil”, dijo a la agencia Associated Press el jefe de los servicios de emergencia del Hospital General de Massachusetts, Alisdair Conn. “Eso que esperamos ver en una guerra”.
Los investigadores se centraban anoche en las grabaciones de las numerosas cámaras que se encuentran en la zona para localizar al o los sospechosos. La cadena local WBZ-TV informó de que varios agentes registraron un piso en el barrio bostoniano de Revere, pero no ofrecieron más detalles.
Las primeras noticias de explosiones simultáneas en Boston dispararon la alarma en otras ciudades de Estados Unidos. Nueva York y Washington elevaron los niveles de alerta. En los momentos de confusión posteriores al atentado, la policía dijo que se había producido otra explosión en la biblioteca Kennedy, también en Boston. Al final resultó ser un incendio sin relación alguna con las explosiones del maratón.
La embajada española en Washington no tenía constancia de que ningún español hubiese fallecido o sido herido en los atentados, según un comunicado. La página web del maratón indicaba que 91 personas de nacionalidad española estaban inscritas en la carrera. En total participaron unas 23.000.
Era un día especial, en Boston: la fiesta de los Patriotas y el día del maratón, celebrado ininterrumpidamente desde 1897, lo que lo convierte en uno de los más antiguos del mundo.
“El ambiente de esta carrera es muy impresionante”, comentó Ignacio Alonso, arquitecto catalán residente en Nueva York que se desplazó para participar en esta prueba. El atentado pasó de largo para él. Hizo la mejor marca de su carrera atlética, dos horas y 59 minutos. Gracias a esto, se encontraba fuera de lugar de la tragedia bastante antes de las detonaciones.
El bostoniano día de los Patriotas recuerda a San Jordi. Es decir, es un festivo sin serlo. “Los niños están en el colegio, pero los hacen salir para animar. Esto hace que sea especial, hay muchísimo ambiente, como nunca había visto”.
A Nacho le acompañó su amigo Álex Puig, residente en esta ciudad. Sólo fue a verle correr. En principio tenía previsto volar anoche a Europa por cuestiones de negocios, aunque no las tenías todas consigo. Se hablaba de que habían cerrado el aeropuerto. También se dijo que habían desactivado la señal para los teléfonos móviles pero él respondió a la llamada.
“La gente está conmocionada”, dijo Àlex. “Lo está porque aquí, en Boston, no había un obsesión con la seguridad, no se veía como un centro de atención para el terrorismo”, reflexionó. Y añade unas consideraciones que definen el estado de ánimo colectivo: “Todo es un poco raro, nos hemos quedado un poco fuera de juego”.


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Hablan de un detenido de procedencia Saudí.
Atentado o un loco???