Un niño criado entre fieras

Cuando Amaya Rey conoció a Tato Peralta parecía una pareja de cuentos de hadas. Ella, la reportera del ahora difunto programa de televisión «Instinto Animal» y él, dueño y gestor de una finca donde adiestran animales para producciones de cine y televisión. Un reportaje los unió…

La historia de la familia Peralta con las bestias se remonta al padre de Tato, fan de Félix Rodríguez de la Fuente, que lo dejó todo para trabajar con él. Se hizo cargo de parques, montó un zoológico y toda la familia se hizo experta en criar y adiestrar todo tipo de animales. Su mujer ha sacado adelante con biberón tanto a leones como a canguros, como a kinkajús, y sus hijos Tato, Ricardo y Tete se han ocupado poco a poco de su legado.
Un niño criado entre fieras
ana ureña
Tato Peralta con un ocelote.

Hace unos años vieron la oportunidad de comprar un terreno y llenarlo de animales salvajes y menos salvajes, adoptados, rescatados y comprados, montando poco a poco su propia arca de Noé, que hoy cuenta con más de trescientos «bichos», como los llaman ellos de forma cariñosa. Para mantenerlos, así como costear los gastos de veterinarios, comida y personal, crearon una empresa que se llama «Fauna y Acción». Alquilan a sus entrenados animales para cine, televisión, publicidad, eventos y exhibiciones. Son actores muy solicitados que realizan innumerables trabajos, entre los que se encuentran la película «Balada Triste de Trompeta», las series «Águila Roja» y «Aida», el anuncio de «Rastreator» y la obra de teatro «Vida y Muerte de Marina Abramovic», donde actúan tres dobermann y una pitón.
Un niño criado entre fieras
ana ureña
Uno de los tigres adultos de Fauna y Acción.

También ofrecen tours personalizados por la finca en los cuales se puede estar en contacto con una gran variedad de animales salvajes, domésticos o rapaces, a los que se les puede acariciar o dar de comer, e incluso se puede llegar a tocar y alimentar a un tigre adulto.

Dentro de este marco nació el pequeño Javier Simón, hijo de Amaya y Tato. Y pasó a ser uno más de los cachorros de la casa, no en vano le llaman «El Cachorro». Así, el bebé se está criando rodeado de todo tipo de fieras, desde tigres hasta ocelotes, pasando por linces y puercoespines… ya que todos toman biberones de leche en polvo y en los mismos horarios.