La misteriosa amiga del Rey corre un tupido velo sobre Marichalar

El accidente cinegético de Don Juan Carlos ha supuesto un punto de inflexión informativo. Los intríngulis de su presunta amante han salido a la luz y la cosa promete arrojar ríos de tinta.
Lejos de amainar el temporal tras el polémico accidente del Rey en Botsuana mientras se encontraba de safari cazando elefantes, la tormenta no ha hecho sino comenzar y golpea duramente los cimientos de la Monarquía.

Eso sí, el incidente de Don Juan Carlos que terminó con operación de cadera este viernes logró que el percance de su nieto Felipe Juan Froilán con una escopeta pasara algo desapercibido. Hasta el punto de que Jaime de Marichalar (hasta hace muy poco en el ojo del huracán informativo) acudió a declarar este sábado pero la noticia pasó desapercibida en medio del vendaval de la aventura africana de su exsuegro.

El exmarido de la Infanta Elena, declaró a la Guardia Civil que el accidente en el que su hijo resultó herido de un disparo en el pie, se produjo cuando limpiaban el arma. Si en un principio Marichalar explicó que el accidente ocurrió cuando él y su hijo practicaban tiro, durante el interrogatorio al que fue sometido este sábado cambió la versión y alegó que el disparo fortuito se produjo cuando ambos limpiaban y colocaban armas. Además del tiempo que Marichalar permaneció ofreciendo explicaciones a los agentes sobre lo sucedido, ese mismo sábado la Guardia Civil se desplazó hasta la finca que la familia posee en la localidad de Garrejo, en la provincia de Soria, donde realizó un informe fotográfico del lugar en el que se produjo el accidente.

Sea como fuere, el accidente de Froilán, que arrojó ríos de tinta a comienzos de la semana anterior, ha pasado a un discreto segundo plano por méritos propios de su abuelo, que lejos de estar enfadado con él, estaba ocupado en Botsuana.

El safari de marras ha supuesto un antes y un después, al menos en lo que al tratamiento informativo de la Casa Real se refiere. De hecho, como un tsunami de amplias dimensiones, parece haberse la veda para hablar de la vida privada del Rey, antes territorio vedado, y no sólo su afición a la caza ha salido a la luz pública, sino todo lo que rodea a su vida sentimental.

Y aquí ha tomado un papel protagonista la hasta ahora desconocida princesa teutona Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de 46 años. Su nombre circulaba ya por todas las redacciones con cierta cautela pero ahora ya ha saltado a la plaza pública y los medios se hacen eco de la trayectoria de esta misteriosa mujer, cuya relación con el Rey se dice que va más allá de una simple amistad.

Perfectamente relacionada con las más altas esferas del poder, el título que ostenta le viene de su boda con el príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Berleburg, casi 10 años más joven que ella.

Se casaron civilmente en Londres en 2000, y la ceremonia religiosa se celebró en Salzburgo (Austria) en 2001, tras la anulación de su primer matrimonio. Hasta entonces era Corinna Larsen, divorciada de Philip Atkins, con quien en 1992 tuvo a su hija Nastassi.

Tal como recoge La Voz Libre, al margen de sus dos matrimonios, también fue conocida su relación con Muck, de la familia Flick, que controla gran parte del imperio Mercedes.

Entre sus principales amigos, el platero inglés Patrick Mavros, muy relacionado con las cacerías y cuya foto junto a Corinna y el Rey Juan Carlos dio la vuelta al mundo este fin de semana. No en vano, cuando Mercedes personalizó alguno de los modelos cedidos a Don Juan Carlos para su disfrute personal, incluían extras embellecedores, como el cambio de marchas en plata realizados precisamente por Mavros, caso del 612 HP Maybach, que Dieter Zetsche, presidente de DaimlerChrysle, le entregó en Barcelona a finales de mayo de 2006, justo en la época en la que Corinna zu Sayn-Wittgenstein conocía al Rey de España.

Lo de las cacerías tiene su miga, porque se dice que ella está detrás de las aventuras cinegéticas del Monarca español, que este sábado salieron a la luz y con qué fuerza.

Cabe recordar que este fin de semana el nombre de Corinna salió a relucir (aunque ya circulaba por los mentideros informativos) después de que José Antonio Zarzalejos diera por hecha su relación con el Rey, amén de confirmar la ruptura oficiosa, que no oficial, entre Don Juan Carlos y Doña Sofía que, por cierto, tiene previsto ir este lunes a visitar al Hospital San José a su todavía marido, al menos de cara a la galería.