Francia aprueba el mayor recorte del gasto público desde 1945
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Francia aprueba el mayor recorte del gasto público desde 1945
Subirá el IVA, creará nuevas tasas, aumentará un 5% el Impuesto de Sociedades para reducir en 65.000 millones de más el déficit público en 2016
Francia se aprieta el cinturón a un año de las elecciones presidenciales y con un gobierno conservador bajo mínimos en cuanto a popularidad para conservar (no perder) su credibilidad en los mercados. El país que sentó las bases de la ilustración y la revolución burguesa que acabó con la monarquía absolutista debe demostrar ahora al resto de socios comunitarios que es un buen alumno y que también impone recortes a su economía, que en muchas ocasiones ha sobrepasado los límites de la Unión Europea en materia de deuda pública y déficit.
Hasta ahora parecía que la economía francesa -basada en las últimas cinco décadas en el aumento del gasto público y del poder del Estado como motor de la economía- no iba a someterse a una fuerte y dura cura de austeridad. Pero no ha sido así.
Tras los recortes sociales y aumento de impuestos para reducir déficit y gasto público en países como Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y España, la receta del "rigor" y la "austeridad" impuesta por Alemania como condición para preservar el euro y atajar la crisis de deuda que azota a la zona euro ha sido asumida por el presidente francés Nicolas Sarkozy y la sufrirán los franceses en los próximos cinco años.
El plan, el segundo que presenta París en cuatro meses, pretende hacer frente a la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento, situadas ahora en el 1 por ciento, frente al 1,75 % anunciado inicialmente.
Con esta "receta", Sarkozy ha transmitido a su primer ministro François Fillon las medidas clave del plan de austeridad: subida de impuestos (incluido aumento del IVA -TVA en francés-), congelación de las prestaciones sociales que otorga el Estado, nuevas tasas para los ingresos más elevados y un drástico control y reducción del déficit público, asi como una profunda reforma del sistema francés de pensiones.
El nuevo plan de rigor francés, que ha presentado este mediodía François Fillon en París, contempla un aumento del 5% de los impuesto de sociedades que pagan las grandes empresas (para aportar 250 millones de euros a las arcas estatales), el incremento del IVA en numerosos productos y servicios y el adelanto del horizonte de la nueva reforma de las pensiones para que la edad oficial de jubilación pase de 62 a 60 años un año antes de lo previsto, es decir, en 2017.
"Estos esfuerzos presupuestarios deberán llevar a Francia a reducir en 65.000 millones de euros el déficit público en 2016", ha asegurado Fillon.
El "esfuerzo" que deberán realizar los contribuyentes franceses será escalonado. De aquí al año 2016 será un total de 65.000 millones de euros la reducción del gasto público para lograr, según el ejecutivo conservador, el déficit cero ése año. Los recortes suplementarios que realizará en el gasto la economía francesa se cifran en 18.600 millones en los próximos dos años: 7.000 millones en 2012 y 11.600 millones en 2013.
Además, el gasto público se verá reducido en 500 millones de euros en 2012, lo que aumenta en 1.500 millones de euros la reducción del gasto prevista para el presupuesto del ejercicio del año próximo.
El nuevo paquete de medidas de rigor presupuestario, que llegará después del anunciado a mediados de agosto pasado con el que el Ejecutivo cuenta ahorrarse 11.000 millones de euros y que, en sus propias palabras, será "uno de los más austeros que ha conocido Francia desde 1945".
La austeridad "a la francesa" contempla que el IVA reducido pase del 5,5% actual al 7% (aunque los productos de primera necesidad como el pan y la leche se quedarán en el 5,5%), las cuentas de la Seguridad Social se verán reducidas a un presupuesto de 700 millones anuales y se limitará la revalorización de determinadas ayudas sociales (no se tocarán las ayudas familiares por hijo ni la revalorización de las pensiones ni las ayudas por desempleo).
El nuevo plan fue consensuado anoche por Fillon y por el presidente, Nicolas Sarkozy, según fuentes gubernamentales, que precisaron que las nuevas medidas entrarán en vigor entre 2012 y 2016.
Entre las medidas que puede anunciar el jefe del Gobierno figuran el adelanto de la entrada en vigor de la reforma de las pensiones, que retrasa dos años la edad de jubilación.
En el proyecto inicialmente aprobado por el Gobierno, se esperaba que la reforma entrara en vigor de forma progresiva para estar plenamente adoptada en 2018, pero Fillon puede anunciar este mediodía una aceleración del ritmo de entrada en vigor del retraso de la jubilación, para que esté en vigor de forma plena uno o dos años antes.
Con esa medida, el Ejecutivo cuenta ahorrar unos 8.000 millones de euros en los próximos años.
El primer ministro también puede anunciar otros recortes sociales, como ayudas a la vivienda de personas más desfavorecidas o subsidios familiares. El Ejecutivo también estudia ahorrar costes en la Seguridad Social.
En paralelo, Fillon ha anunciado un incremento del impuesto sobre el valor añadido en la hostelería, la restauración y la renovación de la vivienda, para recaudar 1.000 millones suplementarios.
Otras de las medidas en la agenda son el aumento del impuesto de sociedades para las grandes empresas o del impuesto de la renta para determinados sectores que ahora gozan de exenciones y nuevas tasas para gravar productos, como las bebidas carbonatadas con elevados índices de azúcar.
http://www.lavanguardia.com/economia/20111107/54237616571/francia-aprueba-el-mayor-recorte-del-gasto-publico-desde-1945.html
Francia se aprieta el cinturón a un año de las elecciones presidenciales y con un gobierno conservador bajo mínimos en cuanto a popularidad para conservar (no perder) su credibilidad en los mercados. El país que sentó las bases de la ilustración y la revolución burguesa que acabó con la monarquía absolutista debe demostrar ahora al resto de socios comunitarios que es un buen alumno y que también impone recortes a su economía, que en muchas ocasiones ha sobrepasado los límites de la Unión Europea en materia de deuda pública y déficit.
Hasta ahora parecía que la economía francesa -basada en las últimas cinco décadas en el aumento del gasto público y del poder del Estado como motor de la economía- no iba a someterse a una fuerte y dura cura de austeridad. Pero no ha sido así.
Tras los recortes sociales y aumento de impuestos para reducir déficit y gasto público en países como Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y España, la receta del "rigor" y la "austeridad" impuesta por Alemania como condición para preservar el euro y atajar la crisis de deuda que azota a la zona euro ha sido asumida por el presidente francés Nicolas Sarkozy y la sufrirán los franceses en los próximos cinco años.
El plan, el segundo que presenta París en cuatro meses, pretende hacer frente a la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento, situadas ahora en el 1 por ciento, frente al 1,75 % anunciado inicialmente.
Con esta "receta", Sarkozy ha transmitido a su primer ministro François Fillon las medidas clave del plan de austeridad: subida de impuestos (incluido aumento del IVA -TVA en francés-), congelación de las prestaciones sociales que otorga el Estado, nuevas tasas para los ingresos más elevados y un drástico control y reducción del déficit público, asi como una profunda reforma del sistema francés de pensiones.
El nuevo plan de rigor francés, que ha presentado este mediodía François Fillon en París, contempla un aumento del 5% de los impuesto de sociedades que pagan las grandes empresas (para aportar 250 millones de euros a las arcas estatales), el incremento del IVA en numerosos productos y servicios y el adelanto del horizonte de la nueva reforma de las pensiones para que la edad oficial de jubilación pase de 62 a 60 años un año antes de lo previsto, es decir, en 2017.
"Estos esfuerzos presupuestarios deberán llevar a Francia a reducir en 65.000 millones de euros el déficit público en 2016", ha asegurado Fillon.
El "esfuerzo" que deberán realizar los contribuyentes franceses será escalonado. De aquí al año 2016 será un total de 65.000 millones de euros la reducción del gasto público para lograr, según el ejecutivo conservador, el déficit cero ése año. Los recortes suplementarios que realizará en el gasto la economía francesa se cifran en 18.600 millones en los próximos dos años: 7.000 millones en 2012 y 11.600 millones en 2013.
Además, el gasto público se verá reducido en 500 millones de euros en 2012, lo que aumenta en 1.500 millones de euros la reducción del gasto prevista para el presupuesto del ejercicio del año próximo.
El nuevo paquete de medidas de rigor presupuestario, que llegará después del anunciado a mediados de agosto pasado con el que el Ejecutivo cuenta ahorrarse 11.000 millones de euros y que, en sus propias palabras, será "uno de los más austeros que ha conocido Francia desde 1945".
La austeridad "a la francesa" contempla que el IVA reducido pase del 5,5% actual al 7% (aunque los productos de primera necesidad como el pan y la leche se quedarán en el 5,5%), las cuentas de la Seguridad Social se verán reducidas a un presupuesto de 700 millones anuales y se limitará la revalorización de determinadas ayudas sociales (no se tocarán las ayudas familiares por hijo ni la revalorización de las pensiones ni las ayudas por desempleo).
El nuevo plan fue consensuado anoche por Fillon y por el presidente, Nicolas Sarkozy, según fuentes gubernamentales, que precisaron que las nuevas medidas entrarán en vigor entre 2012 y 2016.
Entre las medidas que puede anunciar el jefe del Gobierno figuran el adelanto de la entrada en vigor de la reforma de las pensiones, que retrasa dos años la edad de jubilación.
En el proyecto inicialmente aprobado por el Gobierno, se esperaba que la reforma entrara en vigor de forma progresiva para estar plenamente adoptada en 2018, pero Fillon puede anunciar este mediodía una aceleración del ritmo de entrada en vigor del retraso de la jubilación, para que esté en vigor de forma plena uno o dos años antes.
Con esa medida, el Ejecutivo cuenta ahorrar unos 8.000 millones de euros en los próximos años.
El primer ministro también puede anunciar otros recortes sociales, como ayudas a la vivienda de personas más desfavorecidas o subsidios familiares. El Ejecutivo también estudia ahorrar costes en la Seguridad Social.
En paralelo, Fillon ha anunciado un incremento del impuesto sobre el valor añadido en la hostelería, la restauración y la renovación de la vivienda, para recaudar 1.000 millones suplementarios.
Otras de las medidas en la agenda son el aumento del impuesto de sociedades para las grandes empresas o del impuesto de la renta para determinados sectores que ahora gozan de exenciones y nuevas tasas para gravar productos, como las bebidas carbonatadas con elevados índices de azúcar.
http://www.lavanguardia.com/economia/20111107/54237616571/francia-aprueba-el-mayor-recorte-del-gasto-publico-desde-1945.html
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