Pons insiste en que el PP recuperará el empleo perdido

Rato defiende que las empresas bajen los salarios en vez de reducir el número de empleados. El exlíder de CCOO José María Fidalgo jalea a los participantes en un acto económico del PP: "Necesitamos que acertéis"


Las declaraciones del vicesecretario de Comunicación del PP sobre la aspiración de su partido a crear 3,5 millones de empleos desconcertaron a muchos. No sólo en el resto de formaciones políticas. También en las filas conservadoras, donde no pocos se llevaron las manos a la cabeza cuando escucharon a Esteban González Pons poner número a sus aspiraciones sobre la creación empleo. El partido presidido por Mariano Rajoy no quiere polémicas ni entrar en propuestas que se interpongan en su camino hacia la Moncloa. Pero, ayer, cuando el debate empezaba a dormirse, fue el propio Pons el que se encargó de despertarlo.

El portavoz del PP fue el encargado de presentar la segunda de las mesas de debate del foro Lo Primero el Empleo que la formación clausurará hoy en Las Palmas de Gran Canaria. Gran parte de su intervención le sirvió para ratificarse en sus declaraciones sobre la "aspiración" de los conservadores en lo que a creación de empleos se refiere. Eso sí, esta vez evitó mencionar la cifra tabú: 3,5 millones de puestos de trabajo.

Vistiendo su actitud de patriotismo, Pons sostuvo que su polémica intervención estuvo encaminada a verter su deseo de que "se recuperen los puestos de trabajo que se han destruido con la crisis". Y que ninguna formación política debería presentarse a las elecciones generales del próximo 20 de noviembre sin esa aspiración.

Dicho esto, el portavoz del PP intentó desviar todas las miradas hacia el Partido Socialista. A Pons le parece "alarmante" que a "algunos les dé risa que se aspire a recuperar lo que se ha perdido con la crisis" (precisamente 3,5 millones de empleos). Obviando que fue él mismo el que abrió este debate, el dirigente conservador consideró que España no está para que se bromee con el desempleo.

A diferencia de lo que suele hacer Rajoy, el vicesecretario de Comunicación sí citó expre-samente a Alfredo Pérez Rubal-caba, el rival del PP para las generales de noviembre. Siguiendo con el empleo comohilo argumental de eso iba la jornada de ayer, Pons mantuvo que el candidato del PSOE "quiera hacer entender que frente al paro, no hay soluciones". "Son los mismos derrotistas de siempre", espetó, para rematar después: "Rubalcaba no puede luchar contra el desempleo, pero España sí".

La herencia de Aznar
La fórmula para ello, según llevan sosteniendo los conservadores hace años, es la misma que aplicó José María Aznar en sus años de Gobierno. Esa que, según repite machaconamente el PP, permitió la creación de "cinco millones de empleos". Esta reivindicación no faltó en las intervenciones realizadas por Ana Mato, vicesecretaria de Organización de la formación, Cristóbal Montoro, portavoz económico, y María Dolores de Cospedal, secretaria general.

Y, por si la defensa de las políticas económicas de Aznar no hubiera sido suficiente, el partido contó con uno de sus exministros, Rodrigo Rato, como uno de los invitados estrella. En algunos momentos de su discurso, el presidente de Bankia parecía uno más del equipo económico que prepara el programa electoral de Mariano Rajoy. "Hoy más que nunca, las soluciones están en nuestras manos".

Entre las "soluciones" que puso sobre la mesa, estuvo la de abrir una "discusión seria" para vincular salarios y productividad. Después, Pons y Montoro secundaron esta tesis, pero prefirieron hablar de "alinear" salarios a la realidad de la empresa. Está por ver si la medida se incorpora al programa electoral.

Rato apostó también por acabar con la "dualidad (fijo-temporal) del mercado laboral". "Ha llegado el momento de ir hacia modelos de contrato de trabajo más simples y más uniformes", esgrimió el que fuera uno de los hombres fuertes de los gobiernos de Aznar.

Asimismo, consideró necesaria una reforma del sistema de negociación colectiva, a fin de que en momentos de crisis los ajustes que tengan que producirse en las empresas tenganmás que ver con los salarios que con el número de personasempleadas. Esta es una de sus apuestas para evitar que se disparen las cifras de desempleo.

El discurso de Rato no se corresponde con su gestión al frente de Bankia. Hace un mes se conoció que los miembros de su consejo de administración habían aprobado una subida salarial. Una decisión que el propio Rajoy consideró poco adecuada en tiempos de crisis.

Junto a estas medidas, Rato abogó por emprender políticas para afianzar la "competitividad" española. "Los consumidores españoles prefieren productos de fuera. Necesitamos claras políticas de oferta". Un escenario que, a su entender, debe llevar aparejada una política fiscal que favorezca a aquellas actividades más competitivas.

La segunda intervención más esperada del día fue la del ex secretario general de CCOO José María Fidalgo. La de ayer no fue su primera colaboración con el partido de Rajoy.

Sintonía
Pese a que en varias ocasiones insistió en que había acudido a Las Palmas como un experto independiente, fueron muchas las muestras de sintonía con el PP. Y varias, también, las críticas al Gobierno. Se trata de algo que estuvo, por ejemplo ausente en el discurso de Rato.

Fidalgo, que coqueteó con UPyD para ir en las listas por Madrid de las pasadas autonómicas, depositó en el PP sus esperanzas de que la situación económica cambie. "Creo que tenéis que hacerlo muy bien. Necesitamos que acertéis. Tenéis que acertar. Hay cosas peores a que os echen y es no tener alternativa". Su discurso dio por hecha una victoria del PP en las generales.

Tras mostrar su apoyo a la última reforma constitucional, a fin de introducir un límite al déficit, el exdirigente sindical recomendó a los conservadores que digan a la gente que no es la primera vez en democracia que España tiene una cifra del 20% de paro (aunque no precisó a qué se refería). Y sostuvo que, a su juicio, para salir de la crisis, este país tiene que crecer en PIB, competitividad y productividad.

Para Fidalgo, la reforma de la negociación colectiva debe pasar por "fluidificar" las relaciones laborales para que los objetivos de las empresas estén puestos en las mesas negociadoras. También abogó por formar a aquellos trabajadores que negocien los convenios colectivos. Está por ver cuáles de estas ideas adopta el PP.

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