'Había 30 personas viéndolos ahogarse; sólo mi amigo y yo nos lanzamos a por ellos'

Un joven de 16 años relata su intento por rescatar al hombre que se ahogó
A la hora en que se produjeron los hechos no quedaban socorristas en la playa
Hacía mucho viento y la marea estaba bajando, lo que hacía peligroso el baño
Los dos jóvenes surferos entraron con sus tablas a rescatar al niño y su padre
'El hombre pesaba mucho; lo ponía en mi tabla para sacarlo, pero se hundía'


"Había unas treinta personas mirando, pero nadie se lanzó a rescatarlos. Sólo mi amigo y yo. Carlos se fue a por el chiquillo y yo a por el hombre". Quien habla es Antonio Ortiz y su amigo es Carlos Corradín, italiano. Tienen 16 y 15 años, respectivamente. Y fueron testigos sin quererlo de la tragedia que le costó este lunes la vida a un hombre de 40 años que trataba de rescatar a su hijo, atrapado por un mar embravecido.

"Por la mañana había habido temporal. Inlcuso llovió. Por la tarde hacía mucho viento", explica Antonio. Para él y su amigo Carlos, que practican surf en Tarifa, el viento es una buena noticia. "Sobre las siete y media de la tarde se habían ido los socorristas. Se van siempre a la misma hora, menos los fines de semana, que se van más tarde. Serían sobre las ocho cuando nosotros decidimos recoger nuestras tablas e irnos a otra playa a seguir practicando surf".

Antonio, que conoce bien la zona, explica a ELMUNDO.es que esa playa tarifeña de Zahara tiene rocas en las que rompen las olas. A la hora en que decidieron mover sus tablas a otra playa, la marea bajaba, lo que había dejado las rocas a la vista y hacía que el mar tuviera una fuerte resaca. Se había vuelto ciertamente peligroso.

"Al salir del agua observamos un fuerte revuelo, gente que corría hacia la orilla pidiendo ayuda. Pero allí se quedaban todos mirando, nadie se atrevía a entrar. Había dos personas en el agua y mi amigo y yo fuimos los únicos que nos lanzamos a tratar de rescatarlos. Carlos se fue a por el niño, que tendría unos 5 o 6 años, y yo a por el hombre, que era su padre.

El niño pudo ser rescatado sin demasiada dificultad, según explica el muchacho. "Pero el hombre pesaba mucho. Cuando llegué a él -estaría, según calcula, a unos 20 metros de la orilla-, hacía ruidos raros como si tuviera problemas para respirar. Me costó mucho llevarlo hasta la orilla. Lo puse en mi tabla de surf, pero se hundía".

Al final pudo llevar el cuerpo hasta la arena. Carlos, que ya había puesto al niño a salvo, volvió a entrar en el mar para ayudar a su amigo. En la orilla, algunos médicos que había por la zona le practicaron los primeros auxilios al hombre. "Lo entubaron con un tubo de submarinismo", explica su rescatador. Las asistencias aún tardarían en llegar una media hora, cree.

"Primero llegó la Guardia Civil, que preguntó si respiraba y buscó sus papeles; luego, a la media hora o así, llegó la ambulancia, los médicos estuvieron intentando reanimarlo como unos 15 minutos, hasta que vieron que no podían hacer nada por él. Los socorristas llegaron al fin, pero ya no se involucraron", declara Antonio.

El joven está aún conmocionado por la impresión. "Tendieron al hombre en mi tabla de surf para no practicarle los primeros auxilios en la arena. Allí estivo por lo menos hasta las nueve y media de la noche..."

El niño estaba bien. "Salvo por el susto y porque estaba viendo a su padre morirse". En la orilla había algunos familiares del pequeño.

El muchacho ha vuelto hoy a la playa. "Había venido la televisión y había por lo menos tres socorristas en la torreta, otro más con prismáticos en la arena y un quinto que iba de arriba a abajo con el quad".

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/02/andalucia/1312305011.html