Los piratas retienen en tierra a dos españoles tras la liberación del 'Vega 5

Todo comenzó el sábado, cuando un avión anfibio del Ministerio de Defensa indio respondió a una llamada de auxilio del buque Vancouver Bridge, que estaba siendo atacado por piratas a bordo de un barco llamado Vega 5. Según fuentes del Gobierno indio, los piratas utilizaban esa embarcación como nave nodriza para sus andanzas criminales desde su secuestro, el pasado 28 de diciembre. "El Vega 5 ha sido un riesgo para el transporte marítimo internacional y ha llevado a cabo varios ataques", aseguró el Ministerio de Defensa indio en un comunicado.

Al ver el avión, los piratas desistieron de su intento de capturar al Vancouver Bridge y se dieron a la fuga, pero dos embarcaciones militares, el Khukri y el Kalpeni, partieron tras su rastro.

Hacia las nueve de la noche del domingo, los militares localizaron de nuevo al Vega 5, a 600 millas naúticas de India, en el mar Arábigo. Los piratas salieron entonces del buque nodriza en dos esquifes y abrieron fuego contra las embarcaciones indias. Era noche cerrada.

El Kalpeni respondió al fuego. En pleno tiroteo, el Vega 5 empezó a arder: uno de los disparos había alcanzado los bidones de combustible que los piratas suelen transportar en las naves nodriza para abastecer a los esquifes. El Vega 5 portaba además un polvorín: entre 80 y 90 armas cortas y rifles, y varios lanzagranadas y armas pesadas.

Las personas que en ese momento estaban a bordo empezaron a saltar al mar, huyendo de las llamas, según relatan fuentes del Gobierno indio. El Kalpeni, ayudado por el Khukri, rescató en el agua a 74 hombres: 61 eran piratas, y los otros 13 resultaron ser parte de la tripulación del Vega 5, todos mozambiqueños. Ni rastro de los dos españoles ni del resto de marineros -otros seis mozambiqueños y tres indonesios-.

Fuentes del Gobierno y de la empresa propietaria del buque, Pescamar (filial de Pescanova), confirmaron que los dos gallegos -el capitán, Alfonso Rey; y el contramaestre, José Alfonso García- se encontraban en ese momento retenidos en tierra.

Quizá porque pensaron que dos europeos eran una presa muy valiosa, de cara al posible cobro de un rescate, como para ponerlos en riesgo, los piratas decidieron retenerlos en un lugar seguro.