Carta a la hija de Otegui (Muy fuerte)
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Carta a la hija de Otegui (Muy fuerte)
Date: Fri, 16 Apr 2010 19:58:07 +0200
Subject: Fwd: Rv: Carta a la hija de Otegui (Muy fuerte)
From:
pasarlo
EL MALECÓN
Carta a la hija de Otegui
Ignoro tu nombre, no sé si te llamas Leire, Goiatz, Iratxe, Loiola,
Aintza o simplemente Itziar. Así que te llamaré hija de Otegui, que
supongo a ti no te resultará ofensivo. Sé que estás pasando malos
momentos por tener a tu padre en la cárcel y que incluso estás
recibiendo apoyo psicológico, según dicen. A los 14 años, en plena
adolescencia, debe ser doblemente duro. Leo también que tu madre y tu
abuelo paterno están delicados de salud. ¡Vaya por Dios! Parece que la
mala suerte se ha cebado con tu familia.
Tal vez sea verdad lo de tus secuelas psicológicas. O tal vez no. Tal
vez sea una coincidencia que uno de los hijos de tito Joseba (Permach)
se encuentre también en tratamiento en el mismo hospital por la misma
razón. O tal vez no. Permítenos que dudemos, hija de Otegui, porque
después de tantos años entrando y saliendo de la cárcel, entrando y
saliendo de Francia y entrando y saliendo de ETA, que te den las
secuelas psicológicas justo en este momento, cuando se prepara la
ofensiva política de tu aita y su cuadrilla para (re)negociar la
resolución del conflicto y estar en las próximas elecciones (de ahí la
necesidad de salir del trullo), pues se me antoja cuando menos
sospechoso. Presunto, digamos.
Pero mira, voy a creerme tus secuelas. Echas de menos a tu aita y la
amatxo está malita. Afortunada tú. Porque yo conozco mucha gente que
echa de menos a su padre y sólo le queda la posibilidad de llevarle
flores a su tumba. Y conozco a muchas madres que llevan años sin
dormir, con fuertes depresiones o síndromes postraumáticos severos; y
que cuando duermen, lo que ven son los restos de sus hijos
desperdigados por un parking tras una explosión asesina. Y conozco
niñas que a tu edad quedaron salvajemente mutiladas para siempre, sin
piernas o sin brazos o sin ojos o, simplemente, sin ganas de vivir
(eso sí que son secuelas, ¿verdad?). Y otros niños más pequeños que tú
que vieron morir a sus padres a tiros, delante de sus inocentes ojos
(eso trauma mucho, te lo aseguro). Y otros muchos que han quedado
huérfanos, o que han desarrollado enfermedades psicológicas y físicas,
o que han perdido a sus amigos del colegio o a sus hermanos o a sus
abuelos. Todos ellos echan de menos a sus seres queridos y a esa parte
de su infancia o adolescencia que murió con ellos.
Y de todos esos traumas y secuelas, hija de Otegui, es responsable tu
padre. El que está en la cárcel. El que tanto echas de menos.
Yo no sé qué te han contado en casa. Ni qué has aprendido en la
ikastola. No sé si practicas el mismo odio visceral y rabioso que tu
padre hacia los que no piensan como él. No te conozco. A lo mejor le
has rogado, con llanto en los ojos, que deje de ser parte de la
serpiente. O tal vez pienses, como otros, que es un hombre de paz.
Pero me inclino a pensar que no sabes quién es realmente tu padre. Ni
qué es. Pues yo te lo voy a contar.
Tu padre es un asesino. Tú aún no habías nacido cuando le llamaban "el
Gordo" y militaba en ETA político militar. A los 20 años ya era el
encargado de vigilar a los empresarios vascos secuestrables
(Lipperheide, Olarra, nombres que no te sonarán). Cuando ETA-pm se
autodisolvió, integró con otros "polimilis" el grupo "miliki" que
acabó por incorporarse a la ETA actual. Tu padre fue juzgado por el
secuestro de Javier Rupérez y absuelto por falta de pruebas (la
víctima no pudo identificar a los secuestradores porque iban
encapuchados). En cambio sí fue condenado por el secuestro en 1978 del
empresario Luis Abaitua, al que ocultó en una cueva de su pueblo,
Elgoibar. Un año después, integrado en el comando "Kalimotxo", junto a
José María Estolaza, Luis Alcorta y demás gudaris, trató de secuestrar
al político Gabriel Cisneros (uno de los padres de la Constitución),
quien recibió un tiro en la espalda al intentar huir, resultando
herido de gravedad en el estómago y en la pierna izquierda, y
provocándole secuelas (secuelas, hija de Otegui) que perduraron hasta
su muerte, en 2007. En el juicio, celebrado en 1990, uno de los
secuestradores (Marhuenda) inculpó a tu padre y a los demás, pero aún
así se libraron de la cárcel. En cambio sí fue condenado a 6 años por
el secuestro de Abaitua, de los que cumplió sólo la mitad. Un chollo,
¿no crees?
Tu padre siempre ha sido parte de ETA. Siempre ha seguido las
directrices de ETA. Cuando era militante activo y cuando se pasó a la
política (aprovechando el encarcelamiento de la Mesa Nacional de
Batasuna, en 1997). Cuando pactó con el PNV, EA y demás abertzales en
Lizarra para salvar a una moribunda ETA del linchamiento social, tras
el asesinato de Miguel Ángel Blanco, y cuando negoció con Zapatero la
resolución del conflicto en el falso proceso de paz. Y también cada
vez que enaltece a un compañero gudari y cada vez que escupe las
soflamas de ETA, en Gara o en Anoeta. Tu padre ha sido, es y será una
parte importante de la serpiente etarra. Y como tal es responsable de
todos y cada uno de sus crímenes desde que se integró en ETA, allá por
1977, mucho antes de que tú nacieras.
Sí, hija de Otegui, tu padre está en su derecho de pedir su libertad
para que tú no sufras, como ha hecho sufrir él a cientos de niñas de
tu edad. La diferencia es que tu padre eligió ser un terrorista y sus
víctimas no. Y que sepamos, aún no se ha arrepentido de serlo. Por
eso, nosotros estamos en nuestro derecho a pedir que cumpla su condena
hasta el último segundo. Aunque sea un pobre consuelo por todas las
vidas que ha roto; por todas las secuelas que ha dejado a su paso. Y
por todas las que dejará.
Y para terminar, sólo quería hacerte una pregunta que me inquieta.
¿Realmente te provoca secuelas psicológicas el hecho de que tu padre
esté en la cárcel durante unos meses y no el hecho de que sea un
asesino terrorista desde hace años?
Manuel Alberto Aragón Alonso
Inspector del Cuerpo Nacional de Policía
Jefe del Contingente Policial Español
Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití
MINUSTAH
Subject: Fwd: Rv: Carta a la hija de Otegui (Muy fuerte)
From:
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EL MALECÓN
Carta a la hija de Otegui
Ignoro tu nombre, no sé si te llamas Leire, Goiatz, Iratxe, Loiola,
Aintza o simplemente Itziar. Así que te llamaré hija de Otegui, que
supongo a ti no te resultará ofensivo. Sé que estás pasando malos
momentos por tener a tu padre en la cárcel y que incluso estás
recibiendo apoyo psicológico, según dicen. A los 14 años, en plena
adolescencia, debe ser doblemente duro. Leo también que tu madre y tu
abuelo paterno están delicados de salud. ¡Vaya por Dios! Parece que la
mala suerte se ha cebado con tu familia.
Tal vez sea verdad lo de tus secuelas psicológicas. O tal vez no. Tal
vez sea una coincidencia que uno de los hijos de tito Joseba (Permach)
se encuentre también en tratamiento en el mismo hospital por la misma
razón. O tal vez no. Permítenos que dudemos, hija de Otegui, porque
después de tantos años entrando y saliendo de la cárcel, entrando y
saliendo de Francia y entrando y saliendo de ETA, que te den las
secuelas psicológicas justo en este momento, cuando se prepara la
ofensiva política de tu aita y su cuadrilla para (re)negociar la
resolución del conflicto y estar en las próximas elecciones (de ahí la
necesidad de salir del trullo), pues se me antoja cuando menos
sospechoso. Presunto, digamos.
Pero mira, voy a creerme tus secuelas. Echas de menos a tu aita y la
amatxo está malita. Afortunada tú. Porque yo conozco mucha gente que
echa de menos a su padre y sólo le queda la posibilidad de llevarle
flores a su tumba. Y conozco a muchas madres que llevan años sin
dormir, con fuertes depresiones o síndromes postraumáticos severos; y
que cuando duermen, lo que ven son los restos de sus hijos
desperdigados por un parking tras una explosión asesina. Y conozco
niñas que a tu edad quedaron salvajemente mutiladas para siempre, sin
piernas o sin brazos o sin ojos o, simplemente, sin ganas de vivir
(eso sí que son secuelas, ¿verdad?). Y otros niños más pequeños que tú
que vieron morir a sus padres a tiros, delante de sus inocentes ojos
(eso trauma mucho, te lo aseguro). Y otros muchos que han quedado
huérfanos, o que han desarrollado enfermedades psicológicas y físicas,
o que han perdido a sus amigos del colegio o a sus hermanos o a sus
abuelos. Todos ellos echan de menos a sus seres queridos y a esa parte
de su infancia o adolescencia que murió con ellos.
Y de todos esos traumas y secuelas, hija de Otegui, es responsable tu
padre. El que está en la cárcel. El que tanto echas de menos.
Yo no sé qué te han contado en casa. Ni qué has aprendido en la
ikastola. No sé si practicas el mismo odio visceral y rabioso que tu
padre hacia los que no piensan como él. No te conozco. A lo mejor le
has rogado, con llanto en los ojos, que deje de ser parte de la
serpiente. O tal vez pienses, como otros, que es un hombre de paz.
Pero me inclino a pensar que no sabes quién es realmente tu padre. Ni
qué es. Pues yo te lo voy a contar.
Tu padre es un asesino. Tú aún no habías nacido cuando le llamaban "el
Gordo" y militaba en ETA político militar. A los 20 años ya era el
encargado de vigilar a los empresarios vascos secuestrables
(Lipperheide, Olarra, nombres que no te sonarán). Cuando ETA-pm se
autodisolvió, integró con otros "polimilis" el grupo "miliki" que
acabó por incorporarse a la ETA actual. Tu padre fue juzgado por el
secuestro de Javier Rupérez y absuelto por falta de pruebas (la
víctima no pudo identificar a los secuestradores porque iban
encapuchados). En cambio sí fue condenado por el secuestro en 1978 del
empresario Luis Abaitua, al que ocultó en una cueva de su pueblo,
Elgoibar. Un año después, integrado en el comando "Kalimotxo", junto a
José María Estolaza, Luis Alcorta y demás gudaris, trató de secuestrar
al político Gabriel Cisneros (uno de los padres de la Constitución),
quien recibió un tiro en la espalda al intentar huir, resultando
herido de gravedad en el estómago y en la pierna izquierda, y
provocándole secuelas (secuelas, hija de Otegui) que perduraron hasta
su muerte, en 2007. En el juicio, celebrado en 1990, uno de los
secuestradores (Marhuenda) inculpó a tu padre y a los demás, pero aún
así se libraron de la cárcel. En cambio sí fue condenado a 6 años por
el secuestro de Abaitua, de los que cumplió sólo la mitad. Un chollo,
¿no crees?
Tu padre siempre ha sido parte de ETA. Siempre ha seguido las
directrices de ETA. Cuando era militante activo y cuando se pasó a la
política (aprovechando el encarcelamiento de la Mesa Nacional de
Batasuna, en 1997). Cuando pactó con el PNV, EA y demás abertzales en
Lizarra para salvar a una moribunda ETA del linchamiento social, tras
el asesinato de Miguel Ángel Blanco, y cuando negoció con Zapatero la
resolución del conflicto en el falso proceso de paz. Y también cada
vez que enaltece a un compañero gudari y cada vez que escupe las
soflamas de ETA, en Gara o en Anoeta. Tu padre ha sido, es y será una
parte importante de la serpiente etarra. Y como tal es responsable de
todos y cada uno de sus crímenes desde que se integró en ETA, allá por
1977, mucho antes de que tú nacieras.
Sí, hija de Otegui, tu padre está en su derecho de pedir su libertad
para que tú no sufras, como ha hecho sufrir él a cientos de niñas de
tu edad. La diferencia es que tu padre eligió ser un terrorista y sus
víctimas no. Y que sepamos, aún no se ha arrepentido de serlo. Por
eso, nosotros estamos en nuestro derecho a pedir que cumpla su condena
hasta el último segundo. Aunque sea un pobre consuelo por todas las
vidas que ha roto; por todas las secuelas que ha dejado a su paso. Y
por todas las que dejará.
Y para terminar, sólo quería hacerte una pregunta que me inquieta.
¿Realmente te provoca secuelas psicológicas el hecho de que tu padre
esté en la cárcel durante unos meses y no el hecho de que sea un
asesino terrorista desde hace años?
Manuel Alberto Aragón Alonso
Inspector del Cuerpo Nacional de Policía
Jefe del Contingente Policial Español
Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití
MINUSTAH
Re: Carta a la hija de Otegui (Muy fuerte)
Es buenísima la carta,en alguna parte me he emocionado al recordar a las víctimas del H.P. de Otegui y en otras he pensado que se jodan todos los de ETA incluída la hija de Otegui.
Tamu- VIP PLATA
- Cantidad de envíos : 7933
Edad : 52
Fecha de inscripción : 17/10/2009
Re: Carta a la hija de Otegui (Muy fuerte)
Esos H.P. no se merecen ni mis comentarios, de la niña esta no hablo, no sé ni quién es, ni he oído nada de ella, ni lo que pueda pensar...solo espero que sea más inteligente, y desde luego mas persona que su padre....
Maybe- Foro Adicto
- Cantidad de envíos : 1080
Edad : 50
Fecha de inscripción : 02/05/2009
Re: Carta a la hija de Otegui (Muy fuerte)
Esa niña será igual o peor que su jodido padre. Los asesinos de ETA y quienes los apollan no tienen derecho a nada puesto que han violado la constitución, deberian ser tratados como basura y no tener tantos privilegios como tienen en las carceles.
Paulova- Recien llegado/a
- Cantidad de envíos : 19
Edad : 124
Fecha de inscripción : 15/04/2010
Re: Carta a la hija de Otegui (Muy fuerte)
aunque todo lo que diga la carta sea verdad, y tenga más razón que un santo, no me parece bien que esté dirigida a la hija de Otegui. Todo lo que dice se lo podía decir a él directamente,refiriéndose a su hija, pero decírselo a él. A fin de cuentas, la niña no deja de ser una menor, y si no concedemos el beneficio de la duda a una niña de 14 años de la que no sabemos nada más que que su padre la está utilizando como excusa para no seguir en la cárcel, si juzgamos sin conocer, nos convertimos en ellos. Y a eso, yo, no estoy dispuesta.
Wooster- V.I.P
- Cantidad de envíos : 5397
Edad : 51
Fecha de inscripción : 11/02/2009
Re: Carta a la hija de Otegui (Muy fuerte)
Completamente de acuerdo woos.Wooster escribió:aunque todo lo que diga la carta sea verdad, y tenga más razón que un santo, no me parece bien que esté dirigida a la hija de Otegui. Todo lo que dice se lo podía decir a él directamente,refiriéndose a su hija, pero decírselo a él. A fin de cuentas, la niña no deja de ser una menor, y si no concedemos el beneficio de la duda a una niña de 14 años de la que no sabemos nada más que que su padre la está utilizando como excusa para no seguir en la cárcel, si juzgamos sin conocer, nos convertimos en ellos. Y a eso, yo, no estoy dispuesta.
SAbemos que ellos no contemplan menores ni mayores ni absolutemente nada pero no podemos ponernos a su altura.
jewss- vip oro
- Cantidad de envíos : 16791
Fecha de inscripción : 28/10/2008
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